viernes, 24 de agosto de 2007

Dhira.


Iba a volver a escribir sobre él. Pero me niego. En lo que va de mañana ya he escrito dos entradas que he desechado por ser sobre él. Por muy contenta que esté no puedo ser tan monotemática. Hay 20.000 temas sobre los que hablar y solo me salen cosas relacionadas con él. Pero me voy a rebelar contra mi subconsciente.


Así que os voy a hablar de Dhira (significa coherencia). Es lo que está ahora mismo sonando en mi oficina. Es un grupo que mezcla desde hip-hop a toques hindúes. Suenan muy bien. Los ví hará un mes en concierto. Antes no los había escuchado en la vida. Me dijeron que tocaba Dhira en un festival de música y les dije que ni idea quienes eran pero que probaríamos (me encantan los festivales).

Por curiosidad busqué en internet y la descripción del grupo me gustó. Soy de música mestiza (Macaco, Eskorzo, Hechos contra el Decoro, Amparanoia, Sargento...) Me encanta bailar y pegar saltos. Así que tenía curiosidad, pero tampoco esperaba demasiado.


Llegamos tardísimo y pensé que me había perdido el concierto. Pero no, hay cosas que son el destino. El concierto se retrasó unas 2 horas, así que cuando menos me lo esperaba empiezan a colocarse en el escenario. Abajo, expectación. Empiezan a sonar y mi cara de flipe. Sonaban de puta madre. Y empezaron ellos a saltar en el escenario, y mi hermana y yo a seguirlos abajo.


Acabé reventá. Pero me gustaron mucho. Los busqué para comprarme el CD pero no les quedaban, así que hasta ayer no lo conseguí. Es cierto que en concierton son mejores, con la chica hindú bailando y ellos saltando alrededor. Pero también es cierto que a mi la música no me suele gustar a la primera, yo le cojo cariño a las canciones. Y para coger cariño hay que conocer. Y en ello estoy.


Mañana concierto en la playa de Macaco (y gratis!!!) A preparar esas piernas para botar!


Como es eso que decís ustedes? Ah! Sí. Besos malditos...

miércoles, 22 de agosto de 2007

En la oficina.


Lo tengo justo enfrente. Hoy se ha venido a la oficina a trabajar un poco. La idea era desayunar juntos, pero se ha traído también el portátil y se queda aquí. Como mi jefe-compañero-amigo sigue de vacaciones y en la oficina estoy yo sola, pues se puede venir sin problemas.

Está ocupando la mesa de mi jefe. Al levantar la vista de la pantalla del ordenador me encuentro con su cara. Le he prometido portarme bien. Le prometí que si venía a trabajar aquí no lo iba a distraer. Y me estoy portando… No me queda más remedio si quiero que repita la experiencia.

Me gusta levantar la mirada y verlo tan concentrado. Yo, sin embargo soy incapaz de concentrarme y soy incapaz de dejar de sonreir. Me parapeto en la pantalla del ordenador porque quiero que piense que estoy concentrada en el trabajo. Si ve que con él aquí yo me despisto, no va a querer venir otro día.

Vaya! Me ha pillado mirándolo. Y con la cara de lela que se me queda… Quizás no disimule tan bien mi concentración. Y eso que tengo práctica.

Va teniendo muy buena pinta la mañana…

lunes, 20 de agosto de 2007

Estoy reventá.


Me duelen las piernas. Los brazos los tengo cansados. La espalda entumecida. Hasta teclear me cuesta trabajo. Pero lo peor (o lo mejor) no son los sintomas físicos sino que mi cabeza no quiere pensar, sólo rememorar. Así no hay quien trabaje!


Y es que ha sido un fin de semana muy bueno. Buenísimo. El viernes nos fuimos a la playa. Ibamos a ir con una amiga en común que tenemos pero acabamos los dos solos. La frase resumen de la tarde la puso él "el año pasado no estaba tan bien la playa, no?" y su mirada. Esa que se me clava. Por la noche, dimos una vueltecita por el pueblo, tomamos algo con mi hermana y las amigas y después... Mi jefe-compañero-amigo, que es un solete, se ha ido de vacaciones y me ha dejado su casa...


A la mañana siguiente tocaba limpieza general en mi casa. Me había acostado a las 5 y a las 10 tocaba estar limpiando. Cuando acabé a las 5 de la tarde, caí en la cama rendida. Nunca me echo siesta, pero si quería salir esa noche o dormía o no llegaba al lunes. Así que decidí echarme una horita. Y un carajo, hasta las 8 durmiendo. Por la noche quedamos, nosotros dos y tres amigas (una de ellas la que se iba a venir a la playa el día anterior).


Estuvimos en la feria de un pueblo cercano, nos hartamos de bailar música horrible (reggaeton, todo el tiempo) y de reirnos. Nos tomamos un chocolatito con churros como fin indispensable de la noche y luego llevé a cada uno a su casa. Por supuesto mi niño el último. Nos quedamos un rato más en el coche. Me encanta quedarme abrazada a él, tranquila, relajada, en esa línea entre el sueño y la realidad... Una pena tener que despedirse, pero ya eran las 7.


Al día siguiente en casa todos se fueron a la playa salvo yo que iba a ir después de comer con él y con la amiga en común. Al final hubo un cambio de planes y decidimos volver a ir solos. Que conste que ambos cambios de planes se debían más a la chica que a nosotros. Total que cuando me llamó él a las 2 de la tarde estabamos los dos solos y ninguno había almorzado. Le dije que viniera a casa y que preparabamos algo. Vino. Preparamos algo de comer con lo que había en la nevera. Me hacía ilusión estar de cocinitas con él. A él le gusta cocinar y a mi me gusta verlo moverse. Comimos. Me levanté a por algo de postre y me lo encontré a él. Empezamos a pasarnos un poco. Luego un poco más, y un mucho al final. Me miró y me dijo, pasamos de la playa?. Y eso es lo que hicimos.


Resultado: A pesar de mi sonrisa, hoy estoy muerta.

jueves, 16 de agosto de 2007

Labios compartidos. Maná

AMOR MIO
SI ESTOY DEBAJO DEL VAIVEN DE TUS PIERNAS
SI ESTOY HUNDIDO EN UN VAIVEN DE CADERAS,
ESTO ES EL CIELO, ES MI CIELO.
AMOR FUGADO,
ME TOMAS, ME DEJAS, ME EXPRIMES Y ME TIRAS A UN LADO ,
TE VAS A OTROS CIELOS Y REGRESAS COMO LOS COLIBRIS
ME TIENES COMO UN PERRO A TUS PIES
OTRA VEZ MI BOCA INSENSATA,
VUELVE A CAER EN TU PIEL
VUELVE A MI TU BOCA Y PROVOCA,
VUELVO A CAER,
DE TUS PECHOS EN TU PAR DE PIES.
LABIOS COMPARTIDOS,
LABIOS DIVIDIDOS,
MI AMOR,
YO NO PUEDO COMPARTIR TUS LABIOS.
QUE COMPARTO EL ENGAÑO,
Y COMPARTO MIS DIAS,
Y EL DOLOR,
YA NO PUEDO COMPARTIR TUS LABIOS,
OOOH AMOR, OOOH AMOR..COMPARTIDO
AMOR MUTANTE AMIGOS CON DERECHO
Y SIN DERECHO DE TENERTE SIEMPRE ,
Y SIEMPRE TENGO QUE ESPERAR PACIENTE,
EL PEDAZO QUE ME TOCA DE TI,
RELAMPAGOS DE ALCOHOL
LAS VOCES SOLAS LLORAN EN EL SOL
EN MI BOCA EN LLAMAS TORTURADA TE DESNUDAS
ANGEL HADA LUEGO TE VAS...

...Y SIGUES TU CON EL CONTROL.

lunes, 13 de agosto de 2007

Soy así.


Si no hay cambios, si nada se tuerce, si todo va bien, mañana nos vemos. Por fin. Y tengo unas ganas increíbles. Y vuelvo a quererlo como nunca, a verme a mi misma como la egoísta. A pensar que no soy capaz de entenderle. Y no ha pasado nada que haga pensar que la situación va a cambiar. Pero lo quiero. Hoy lo necesito como nunca. Hoy sonrío porque algo me dice que sí lo tengo. Hoy han vuelto a mi el sabor dulce de sus labios. Hoy mi piel recupera la memoria de su tacto. Hoy puede mi oído deleitarse de nuevo con su susurro y con sus risas. Hoy siento en mis ojos, clavados los suyos de nuevo, con esa mezcla de complicidad y ternura que hace que me olvide de cualquier cosa que no sea él. Hoy vuelve a estar todo presente, sus manos, sus abrazos, su latido…

No tengo arreglo, verdad?


(La pintura se llama "Descanso" es de Juan M. Valcarcel Obelleiro.)

miércoles, 8 de agosto de 2007

El mar.


Ya he hablado alguna vez del mar aquí, pero mi especial relación con él hace inevitable nuevas menciones. Y más ahora, en la estación del año que más lo disfruto.


Me encanta la playa. Supongo que no es algo demasiado raro. Quizás lo raro sea la forma en que la disfruto. Me gusta la orilla y la forma en que las olas se deslizan por ella, acariciando la tierra. Me gusta cerrar los ojos y oir el sonido de las olas rompiendo, y si a eso le acompañamos el olor que el levante atrae hasta mi, la sensación es inigualable. Y la calidez de la arena, cuando ya el sol comienza a aflojar, pero ésta aún guarda todo su calor. El tacto de esa arena caliente que al primer contacto quema la piel, pero tras esos primeros segundos, deja una marca de agradable calidez en mi espalda, mis brazos, mis piernas...


Lucía Etxebarría ha escrito sobre el mar como si de un amante se tratara. En su libro Nosotras que no somos como las demás, tiene un relato increíble sobre él. Y hasta hace poco no me di cuenta de cuanta razón encerraban sus palabras. Está claro que es por culpa de ese relato por el que asocio una de las sensaciones más intensas que me provoca el mar con el orgasmo. Ya me veo a más de uno/a dandose un chapuzón para comprobar, pero diganme si no tengo razón.


Son esas veces en que el calor fuera se hace insoportable, pero el agua del mar está helada. Esos días de poniente calmado, son cuando más recuerdo ese relato. Esos días al llegar a la orilla, cuando la ola golpea suave los tobillos, un escalofrío recorre la piel. Si en ese momento, en vez de titubear, y pasar un rato subiendo poco a poco el agua de nivel en tus piernas, decides hundirte de golpe en el mar, la presión del cambio de temperatura en la sien hace que todo quede en blanco. Ya lo unico que importa es el mar, y su caricia en la piel. Sacas la cabeza y sin darle tiempo a tu cuerpo reaccionar, nadas hacia adentro, cansando los músculos. Todo el cuerpo está tenso y es una lucha entre la resistencia del mar y la de tu cuerpo. Cuando a la vuelta llegas a la orilla, y por fin colocas tus pies en el suelo, tu cuerpo tiembla. Entonces te tiras en la toalla y vuelves a prestar atención a tu cuerpo y sus reacciones. El corazón se bate imponente en el pecho, haciendo que cada latido estalle en todo el cuerpo. Tienes la respiración más que entrecortada, se te hace dificil tomar aire. Notas el cansancio en los músculos y, sin apenas darte cuenta, una sonrisa amplia invade tu cara. Tragas saliva, a la vez que tu piel helada comienza a sentir el calor del sol, haciendote volver a una temperatura humana (hay que recuperar los 36º, no?). En ese momento, cualquier problema se ha diluido en el agua y se ha dejado atrás. O al menos todo está lo suficientemente lejos como para no molestarnos. Todo se aplaza. Y la felicidad vuelve a ser algo alcanzable.


Como ya he dicho mi relación con el mar es algo especial. Lleva conmigo desde la niñez y, aún así, es enorme el temor que me provoca. Sin embargo mi fascinación por él es mayor. En cada epoca del año tiene su encanto especial. Siempre lo envuelve algo parecido a la magia. Supongo que, en cierta forma, estoy enamorada de él.

martes, 7 de agosto de 2007

Un par de locas.


Anoche tuve una terapia estupenda. Salté, di vueltas, pegué gritos y me reí tanto que el corazón se me salía por la boca y tenía el estomago del revés. Y no, no fue una juerga de alcohol y sexo. Fue una juerga de chuchus (nombre que las especialistas técnicas en la materia, mis primillas, le dan a todo tipo de chucherías), cosquillas y vuelo de peluches.


El par de locas son mis primas pequeñas. Tienen 3 añitos y se llevan 20 días. Están como cabras y tienen una energía increíble. Anoche fui a visitarlas porque si me quedaba en casa, ésta se me vendría encima. Cuando llegué a la casa, los padres de ambas niñas (son primas entre ellas también) estaban en el patio haciendo la sobremesa de la cena. Las pequeñas estaban viendo una peli en el dvd portátil. Estaban tranquilas y calladas. Me senté a charlar un rato con mis primos y de vez en cuando, las picaba un poquito.


Una de ellas, la más traviesilla, me dice muy bajito... al cuarto de Alex... Y, pues bueno, al cuarto de Alex, su hermano mayor que no estaba en casa, subimos las tres. Empezaron con calma. Solo estuvieron a punto de cargarse el coche teledirigido del hermano y volaron los peluches de encima de la cama. No sé en que momento comenzaron con las cosquillas y a saltar en la cama pero ahí ya llegó el desmadre. Pegaban unas voces de locas... y yo... Pues a seguirlas. Al rato subió mi hermana que nos estaba escuchando desde el patio y se unió a la juerga. Di tantas vueltas con ellas en brazos que una de las veces la que cayó redonda en la cama fui yo.


Cuando ya bajamos a donde estaban los "adultos" me dice el padre de una de las niñas... prima, estás sudando! Y se extrañaría, el tío.


Anoche las niñas cayeron en la cama redondas, seguro. Pero no fueron las únicas. Y esta mañana me he levantado con la sonrisa puesta. Voy a patentar la terapia!

lunes, 6 de agosto de 2007

Necesito a Mafalda.

Viene una semana movidita. Y después de ésta, mi jefe-compañero-amigo coge vacaciones. Me abandona. Y no empecéis a sacar deducciones de los motivos que tengo para echarlo de menos. Es el jefe de obra, y nos quedamos solo el encargado de la obra y yo. Cualquier problema tengo que resolverlo yo. Y en la obra pueden surgir muuuuchos problemas en dos semanas. Me asusta un poco... El bromea, dice que ahora voy a ser jefa de obra en funciones. Pero no tiene ni puta gracia...

Encima ayer me entero que en vez del jueves, como yo esperaba, mi chico no llega hasta el lunes. Y yo no tengo mucho más ánimo para seguir esperandolo. Además la fecha de partida es la misma, lo que significa que son días que pierdo. Y no sabéis como necesito quedarme abrazada, en silencio, y sentir que todo puede funcionar. No estoy hecha para la distancia. Hay veces que todo se me hace demasiado cuesta arriba.

Tampoco es para tanto, pero hay días que se hace un poco más dificil sonreir. Pero no es nada que no arregle un rato de lectura de Mafalda.

Besos para todos.

viernes, 3 de agosto de 2007

Un poco sobre mi. Dedicado a la curiosidad de Mara.


Por sugerencia de la curiosidad de Mara os voy a contar algunas cosillas sobre mi. En realidad tenía pensado hablar de mi tatuaje, y de lo que me costó tomar la decisión definitiva de que me estuviesen clavando una aguja durante 45 minutos (es pequeñito). De que para mi es una seña de identidad y de decisión, etc etc etc. Pero cuando vi el comentario de Mara, pues pensé que tenía una buena excusa para hablar otro poco de él, que al fin y al cabo, y como habéis podido comprobar los habituales (yaves, mara, kafrune, bastian y lenita) es mi hobby favorito.

Primero voy a comenzar por mi. Me preguntaste donde trabajaba. Pues soy administrativa en el ramo de la construcción. Llevo año y medio en el puesto de trabajo, es el tiempo que lleva la empresa haciendo una obra en mi pueblo. No estudié administración, ni empresariales, ni económicas... Eran carreras que me parecían frías. Además mis profesores de economía del instituto (soy de la ESO) consiguieron que le cogiera cierta alergia a la materia, y todo lo relacionado con ella. Creo que nunca me ha gustado mucho estudiar el dinero (que sí gastarlo, en viajes, libros, conciertos, ropa, regalos varios...) y siempre he tenido una conciencia proletaria muy acentuada por mis padres, lo que hacía que chocase constantemente con los principios que me intentaban inculcar mis profesores.

Por circunstancias de la vida, económicas y de falta de redaños, fundamentalmente, no estudié lo que quería. Me hubiese encantado estudiar Historia, Periodismo, Filología (hispánica o incluso inglesa)... Siempre he querido ser escritora, y consideraba que eran carreras que me podían enseñar algunos trucos, y a moverme por los círculos adecuados. Sé que para escribir hace falta mucho más que una carrera, y que realmente lo de menos es la carrera... En fin, que de escritora nada, no tengo el talento, imaginación, constancia, etc, necesarios para escribir, así que dejo de irme por las ramas y sigo con lo que os contaba.

Pues eso, que me vi estudiando Derecho. Una carrera que nunca me había llamado la atención. Ha habido cosas que me han encantado (Historia del Derecho, Laboral y Penal) y otras que he odiado (Civiles varios, Administrativo, Financiero...) Y sé que ello no se debe a la materia en sí sino a los profesores. Soy así. Con un poquito de esfuerzo puedes conseguir que me ilusione cualquier cosa. Con 16 años estuve apunto de desafiar todos mis años de letras a las espaldas, años de odiar todo lo que oliese a ciencias y cambiarme de bachillerato para estudiar Matematicas (pero si siempre las había odiado!) porque tuve una profesora que disfrutaba tanto con las matematicas, que me contagió su entusiasmo.

Y eso, resumiendo, que para llevar la contra a mis sueños de pequeña, he acabado estudiando Derecho y trabajando de Administrativa. Ahora, y viendo que la obra se acaba, estoy empezando a buscar trabajo de nuevo. Fundamentalmente y por lógica de curriculum, estoy buscando trabajo de administrativa, abogada junior y un poco en la banca... Todo eso para no perder la costumbre de contradecir a mis sueños, claro. Pero son trabajos a corto plazo y por curiosidad, ver hasta donde puedo llegar. Dentro de poco, probablemente, (un año, dos o tres, más o menos), me deje de pamplinas y me ponga a estudiar en serio las oposiciones de secundaria. Dar clase me fascina. He hecho algunas charlas en la universidad, como colaboradora de una ex-profesora, y fue alucinante. Si alguien conoce algún rector dispuesto a contratar a alguien sin experiencia, llamadme inmediatamente... jeje ;)

Creo que sobre mi ya he hablado bastante. Ahora voy a hacerlo sobre él. Me preguntabas como lo conocí, si fué un amor de verano. Pues casi. Ha sido un amor de veranos, navidades y semanas santas.

Aunque su familia era de mi pueblo, ellos, sus padres y él, vivían bastante lejos. Eso no les impedía venir todos los años de vacaciones. Todos los veranos, en Navidad y para Semana Santa. Al principio solo lo conocía de vista, y nada, nunca me llamó demasiado la atención. Las niñas (tendríamos 10 o 12 años) estaban todas locas con él. Era la novedad. Pero yo andaba loca por un alemán que venía, también, a pasar las vacaciones. Mi pueblo es como el de verano azul, pueblos de pandillas que solo se reúnen en verano.

Pasaron algunos años, y como solo nos llevabamos dos, empezamos a coincidir en algunos amigos. Es lo que tiene vivir en un pueblo pequeñito. Desde la primera vez que me lo presentaron me quedé un poco pillada. Me encantó. Y eso que llevaba años viendolo pasar y nada. Pero aquel día fue distinto. Ambos estaríamos en el instituto. Yo tendría unos 14-15 años, más o menos. Era un encanto. Distinto a los brutazos que conocía de mi pueblo. Un tío inteligente, nada prepotente, sensible y que no le importaba demostrarlo. Me gustaba muchísimo, pero casi no nos concíamos. Además en poco tiempo, se colgó de una de nuestras amigas en común, y me dejó a mi suspirando por él.

Soy una tía muy discreta, así que pasaron unos 8-9 años, sin que él se enterase de nada. Hace unos tres años o así, empezamos a llevarnos mucho mejor. Siempre había habido una simpatía mutua importante (eso se notaba) pero nunca quedabamos entre nosotros, sólo coincidíamos. Yo seguía suspirando por él. Durante el curso me encandilaba con cualquiera, en las vacaciones me colgaba de él hasta las cachas. El caso que en los últimos años cogimos mucha confianza, charlabamos mucho entre nosotros, había cierta complicidad especial.

El verano pasado fue alucinante. Saliamos juntos casi todas las noches. Le presenté a mi grupo de amigos, y se llevaban genial. Nos divertíamos un montón. Yo que ese invierno creí que lo había olvidado por completo, me di cuenta que siempre volvía el cab... a mi cabeza con más fuerza. De repente el acercamiento fue un poco más allá, y comenzaron los gestos dudosos, los comentarios especiales, algunas miradas, un roce de la mano, un abrazo para quitar el frío...

A nuestro alrededor todos bromeaban y nosotros lo negabamos en rotundo. Anda ya! si es un colega... Pero tanto fue el cantaro a la fuente...

Una noche, la última noche en España, lo fui a llevar a casa, y nos dejaron solos. Con una vil excusa, conseguí que se quedara un rato en un banco en su puerta. Y a las 6 de la mañana estabamos los dos sentados, comiendo una manzana, callados y mirando al suelo. Como quinceañeros. Soy cobarde. Muy cobarde. Pero si seguía callada sabía que me iba a arrepentir toda la vida. Así que tome aire, y le solté todo. Bueno, todo no, que me daba miedo asustarle (años loca por sus huesos) pero si que llevaba tiempo dandole vueltas a la cabeza, que me gustaba. y para mi sorpresa él dijo que también. Y empezó a soltar un montón de cosas que no me esperaba... Y ha sido una de las noches más bonitas de mi vida. No voy a olvidar nunca todo lo que sentí. Como me temblaban las piernas mientras hablabamos, como estuve en mi cama desde las 7.30 de la mañana hasta las 11.30 que me avisaron mis padres para la playa, sin pegar ojo y con el corazón a 1000. La sonrisa que no se me caía de la boca a pesar que sabía que no lo vería hasta pasados unos meses... Los primeros meses no me lo creía del todo (casi sigo sin creermelo) Y lo único que quería era que le durase lo suficiente ese cariño imprevisto para poder disfrutarlo de cerca y no a través del ordenador.

Con altibajos y todo, sigo viviendo en las nubes. Sigue sorprendiendome todo lo que estoy descubriendo de él y de mi. Ha sido el único que ha conseguido hacerme llorar con un beso. Ni de pena ni de alegría, de sentimiento. Es una sensación que no puedo explicar, pero juro que fue alucinante. Supongo que fue una momentanea toma de conciencia, a través de sus labios y su lengua, de lo que suponía tenerlo. Tenerlo de verdad. Saber que no era un capricho de un rato.

Así que, como finalización de esta pedazo de entrada que vais a tener que leer en fascículos, os pongo una cita de uno de mis libros favoritos, Atlas de geografía humana. Se ha convertido en el mejor resumen de mi vida, alguien describió la cita como la frase de una mujer que no se cree su suerte.

<<...A veces las cosas cambian. Parece imposible, es increíble, pero, a veces, pasa.>>

(Que pastelera me ha quedado la segunda parte de la entrada. Espero que ninguno sea diabetico)

miércoles, 1 de agosto de 2007

Divagando...

Sé que ultimamente estoy un pelín apática con el blog. Pero bueno, va por temporadas como todo. No me apetece demasiado escribir, y cuando me apetece no es el momento.

Supongo que parte de la culpa la tiene que estoy buscando trabajo. La obra en la que trabajo se acabará en octubre o noviembre y me he puesto a buscar curro. Algo va saliendo pero los salarios son bajisimos. No sé. Pues eso, que poquito a poco voy buscando por si no siguiese en la empresa. Todo esto para decir que entre el curro (me la paso pegada al ordenador) y que cuando llego a casa me engancho al infojobs, pues me quedan pocas ganas de seguir con nada.

Por otra parte estoy algo rara con respecto a él. Mi ÉL con mayúsculas. Creo que la palabra exacta es que estoy a la expectativa. Ultimamente (semana y media más o menos) noto más la distancia. Me faltan cosas, y si bien, esta vez no me ha dado un ataque de inseguridad, me siento un poquito sola.

Quizás todo eso influya en mi falta de actividad. Estoy saliendo menos, y todo se vuelve esperar el fin de semana del 10 de agosto para verlo de nuevo. Creo que he parado mi vida, y eso no me gusta. Desde ayer ya decidí que se acabó. Me fui a la playa con mi jefe-compañero-amigo. Y lo pasé muy muy bien. Me reí, jugamos a las palas (un topicazo), tuvimos momento introvertido leyendo cada uno su libro y rato final de charla filosofico-vital. Analizando visiones, caracteres y experiencias. Comparando nuestros YO y nuestros TU. Y vimos atardecer. Me gusta ver la belleza natural con alguien así al lado. Disfruta con cada matiz, al igual que yo, pero él lo comenta y lo mío es el silencio. Yo miro silenciosa el horizonte. Y él me llama la atención sobre cada color y lo que le sugiere.

Acabo de acordarme de las dudas que se suscitaron entre nuestros blogs enlazados sobre si la amistad entre distintos sexos puede realmente existir. Creo que sí. Tenemos la misma edad (mi jefe y yo). Ambos tenemos nuestras parejas lejos (el la ve cada fin de semana, yo lo veo una vez cada mes y medio) y salimos mucho solos. Pero nuestras charlas favoritas es sobre ellos. Sobre lo que nos hacen sentir, lo mucho que los necesitamos. Yo estoy acostumbrada a tener entre el sexo masculino a mis mejores amigos, él es la primera vez que siente que una chica es su amiga de verdad. Supongo que nos apoyamos el uno en el otro para pasar nuestra soledad.

En definitiva, y dejando de divagar, que voy a salir más. Que no quiero que mi vida se convierta en un esperar momentos. Por mucho de menos que lo eche, tengo que rehacer mi vida para aguantar el tiempo que estamos separados. En el mejor de los casos aún nos quedan varios añitos de estar así.

Ah! y que voy a escribir más. Prometido. Para mañana, o esta tarde, ya tengo tema.

Un beso para los que están de vacaciones... Y más de uno para los que nos queda currar...