lunes, 11 de junio de 2007

Ya era hora de escribir.

Vaya semanita he tenido. Ésta al menos no parece empezar tan mal.

Animicamente estoy bien. La semana pasada comencé, de nuevo a venirme un poco abajo, pero, de repente el martes decidí que no iba a dejar que nada cambiese mi habitual estado de ánimo. Los que conoceis el blog pensareis que mi habitual estado de ánimo es depresivo, pero no es así. Siempre he sido muy alegre y he sabido ver el lado bueno de las cosas. He tenido mis momentos bajos, mis pequeños complejos y mis traumas, pero me ha gustado sacar fuerzas para superarlos.

El martes decidí que iba a hacerle cosquillitas a la vida, ...si la vida no me sonríe, le hago cosquillitas... dice la Mala. Y yo quise comprobar si funcionaba. Y funcionó, comencé a sentirme algo mejor. Y el viernes, apoteosis final. Hubo un gesto en una pareja amiga que me hizo darme cuenta de muchas cosas. A través de ellos, pude ver, por fin, con los ojos de él, y me di cuenta de lo mucho que yo le importaba. Me hizo sentirme bien. Bien conmigo, con él, con nuestra relación.

Y esa noche, después de mucho tiempo, lo di todo mientras hablabamos. Y él también. Después de mucho tiempo, volví a sentir que casi lo tocaba de lo tangible que se volvía su recuerdo a través de su voz.

Anoche, cuando comenzaba a difuminarse esa sensación de cercanía, él volvió a mostrar su lado protector conmigo. Me hizo acordarme de nuevo de lo que mi momento de lucidez del viernes me había mostrado. Y no tuve más remedio que quererlo aún más. No tuve más remedio que necesitar protegerlo, de olvidarme un poco de mi y concentrarme en él. Y me hubiera encantado estar allí para poder abrazarlo y que se durmiera en mis brazos, intentando darle la tranquilidad y la fuerza para afrontar todo lo que se le venga encima. Poder ser su apoyo.

Y a ver, que alguien me explique a que viene esta entrada, porque yo iba a excusarme por no haber escrito en tanto tiempo. Yo iba a contar el mucho trabajo que he tenido (y sigo teniendo). De la situación de stress que tuve la semana pasada, que cuando llegaba a casa no podía ni escribir. Ni siquiera leer. Que tan solo me apetecía dormir. Que estaba cansadísima... Y que me sale? Pues sin darme cuenta, acabo volviendo a hablar de él. Si es que no tengo remedio... y como diría Bunbury, ni lo quiero tener.

4 comentarios:

Mara dijo...

Me alegro de q estés tan contenta wapísima! Y tb de que vuelvas a escribir. Y no te preocupes, semanas liadas tenemos todos :)
A mi precisamente hoy me han llamado negativa, pero no creo q sea así. Lo q pasa es q le pongo tanto el corazón a todo q luego las decepciones son mayores... habrá que hacerle cosquillitas a la vida jeje. Besos wapa!

Retro dijo...

qué bueno bunbury!

Anónimo dijo...

se feliz mientras puedas, si se tiene la oportunidad hay que aprobecharla.
bessos

Anónimo dijo...

A sacarle jugo!! jeje.

Calamaro, Bunbury, la lectura... Pareces un tio interesante, ahora queda que Fantasía se de cuenta...